La delincuencia se ha constituido como un fenómeno social en extremo alarmante en distintas regiones del mundo, al grado que ha significado el deterioro de las condiciones de vida y de seguridad humana de la población. Bajo esta perspectiva, es importante tomar en cuenta que en términos de opinión pública la criminalidad es con frecuencia una de las mayores preocupaciones de la población además de problemas económicos como el desempleo. Sin duda, esto en buena medida se debe a que los efectos de la criminalidad no se constriñen de manera exclusiva a la esfera privada de las personas sino que presenta implicaciones económicas y sociales considerables derivadas de un deterioro del capital humano, capital social, productividad, baja confianza, retraso de las inversiones privadas, entre otros efectos. En este sentido, uno de los delitos que resulta crucial analizar con mayor detalle es el homicidio. No en vano este delito es frecuentemente utilizado como uno de los indicadores más importa